martes, 30 de septiembre de 2008

Formación Profesional para el empleo, un modelo de futuro

Hola a todos,
esta semana quiero compartir con ustedes, la noticia relativa a la publicación en el Boletín Oficial del Estado del Real Decreto que regula el subsistema de Formación Profesional para el Empleo (BOE n. 87, de 11 de abril de 2007). La publicación del mencionado Real Decreto, da carta de naturaleza al nacimiento de un nuevo sistema, un modelo de gestión vinculado al empleo que pretende impulsar una formación que responda a las necesidades de las empresas y de los trabajadores y contribuya al desarrollo de una economía basada en el conocimiento.
Es ésta su principal finalidad: poner a su disposición diferentes posibilidades de acceso a la formación a través de la realización de acciones formativas que contribuyan a sus objetivos en términos de competitividad, de empleo y de desarrollo personal y profesional.
La formación profesional para el empleo integra las modalidades de formación dirigidas a los trabajadores ocupados y desempleados en un sistema único que favorece el acceso a la formación de toda la población activa.
La prolongación de la vida activa de los trabajadores, reclama una visión que integre la formación y el empleo en la realidad actual del mercado de trabajo, y que garantice la cohesión social.
El nuevo sistema potencia la formación de demanda, la que planifican y gestionan las empresas, que pueden financiar mediante la aplicación de bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social.
Con el objetivo de extender y generalizar el acceso de todo tipo de empresas al sistema de bonificaciones, se incorporan determinadas medidas que perfeccionan y mejoran el actual procedimiento.
El próximo desarrollo normativo de este Real Decreto articulará la actualización de unas cuantías idóneas de las bonificaciones y reducirá determinados requisitos burocráticos y técnicos, lo que permitirá una mayor flexibilidad de las comunicaciones y el automatismo en su aplicación.
Con este mismo objetivo, se facilita a las empresas el recurso a los servicios de entidades organizadoras de formación y se habilitan créditos adicionales que, en su caso, cubrirán el coste total de los Permisos Individuales de Formación que autoricen a sus trabajadores. Estas medidas se completarán con otras articuladas en un plan coordinado de Apoyo a Pymes que se elaborará anualmente entre el Servicio Público de Empleo Estatal y las Comunidades Autónomas.
Entre los fines de la Formación Profesional para el empleo se encuentra promover la acreditación de las competencias profesionales adquiridas por los trabajadores y las trabajadoras. En este sentido, la oferta de formación profesional para el empleo vinculada al Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales estará constituida por los certificados de profesionalidad. Para incentivar el acceso a los certificados, la oferta de formación modular favorecerá la acreditación parcial acumulable de la formación recibida haciendo posible que el trabajador avance en su itinerario de formación profesional, con independencia de la situación laboral en la que se encuentre.El nuevo subsistema de Formación Profesional para el empleo implica un cambio que refuerza la actividad de la Fundación Tripartita, con una importante ampliación de sus objetivos y funciones en relación con situaciones anteriores. Adscrita al Sector Público Estatal, estará constituida por la Administración Pública (con representación del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y las Comunidades Autónomas) y por las organizaciones empresariales y sindicales más representativas.
En este marco, se configura como una entidad pública de relevancia, orientada a sus usuarios, con vocación de servicio público y consciente de la importancia de utilizar con eficiencia los recursos que se ponen a su disposición.
La Formación Profesional para el empleo tiene una decidida vocación de estabilidad. Mediante un modelo dinámico y flexible pretende afrontar desde la óptica de la formación los desafíos de nuestra economía: el envejecimiento de la población; el cambio tecnológico acelerado; la entrada masiva de inmigrantes y la persistencia de la temporalidad en el empleo. Un compromiso por la estabilidad y la eficacia desde un sistema caracterizado por la colaboración entre las Administraciones y la participación de los interlocutores sociales; vinculado estrechamente con el sistema nacional de cualificaciones profesionales, que reconoce el derecho personal a la formación, su carácter gratuito y la igualdad en el acceso a la formación y a sus ayudas.
¿Qué decir a todos esto? Solo puedo desear que todo lo que brevemente, le he resumido en estas líneas, y que se plantea en el Real Decreto mencionado, entre en funcionamiento lo antes posible y sobre todo que se lleve a cabo de forma satisfactoria para todos, sin permitir como en el pasado que se genere entre las empresas y organismos públicos encargados de impartir la formación, el degenerante y dañino intrusismo sectorial.
Me refiero a que no me gustaría volver a ver como otras veces, empresas especializadas en la "venta de pescado" que solo por ganar más dinero, y a expensa de la calidad de la formación que ofrecen a sus clientes, se pongan a "vender carne".
Sería importante que a cada centro de formación se le reconociera su experiencia, cualificación y especialización, y que se le permitiera actuar en el sector de mercado que le corresponda, sin generar como comentaba antes, el perjudicial intrusismo sectorial, cuyo único resultado es la disminución de la calidad de la oferta formativa.

Un saludo

Fabio Bovi

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